Dieta de la Sonda en Málaga
¿Qué es la dieta de la sonda?
La Nutrición Enteral Proteica (NEP), comúnmente conocida por el gran público como «Dieta de la sonda» es una terapia nutricional con objetivo adelgazante, basada en una alimentación esencialmente proteica. Se hace en casa y no necesita hospitalización.
El organismo, nutrido exclusivamente con proteínas y totalmente privado de la aportación de azúcares y grasas, desarrolla la formación de Cuerpos Cetónicos, cuya presencia anula la sensación de hambre.
Los cuerpos cetónicos son el resultado del proceso de transformación de la grasa acumulada en los azúcares necesarios para el cuerpo para realizar una actividad física normal. Por lo tanto, el exceso de grasa se elimina sin afectar a la masa muscular.
Es por éste motivo que se puede llegar a perder bastante peso en los 10 días que dura el tratamiento. Como en cualquier método de adelgazamiento, los resultados están muy ligados al seguimiento estricto del tratamiento.
Este tratamiento se realiza en ciclos de 10 días, que se pueden repetir con el espaciamiento necesario a criterio del médico especialista.
¿Cómo funciona?
Dieta de la sonda es una terapia nutricional con objetivo adelgazante, eficaz y segura, indolora y sin efectos secundarios como señalan los pacientes ya tratados.
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El organismo, nutrido exclusivamente con proteínas y totalmente privado de la aportación de azúcares y grasas, desarrolla la formación de cuerpos cetónicos (los mismos que se forman en los niños enfermos de «acetona»), cuya presencia anula el sentido de hambre.
Los cuerpos cetónicos son el resultado del proceso de transformación de la grasa acumulada en los azúcares necesarios para el cuerpo para realizar una actividad física normal. Por lo tanto, el exceso de grasa se elimina sin afectar a la masa muscular.
La eficacia de la EPN (Enteral Proteic Nutrition en Inglés) está estrechamente relacionada con la utilización de la modalidad de nutrición enteral: las sustancias proteínicas, contenidas en forma líquida dentro de una pequeña bolsa, son introducidas directamente en el estómago del paciente a través de una sonda naso-gástrica transparente de sólo 2 / 3 mm de espesor.
El suministro de la solución proteínica tiene que ser lenta y continua. Para eso se dispone una pequeña bomba computerizada que empuja las proteínas contenidas en la bolsa por la sonda. De tal modo el paciente es alimentado, conserva sus energías, no advierte el hambre y adelgaza perdiendo la grasa de depósito y conservando la eficacia de la musculatura, que resulta además tonificada por la aportación proteínica.
La EPN es un tratamiento indoloro. Como señalan los pacientes ya tratados, la molestia causada por la sonda es mínima y solo inicial.
El primer período de tratamiento con la sonda (Ciclo A) puede durar de 7 a 10 días . Completado el ciclo con la sonda, sigue un período (Ciclo B), aproximadamente de 10 a 20 días, de alimentación controlada indicada por nosotros, cuyo objetivo es mantener los resultados obtenidos.
El paciente que necesita bajar de peso adicional después del período de mantenimiento, considerado como una fase de «educación alimentaria» útil para el futuro, puede retomar el tratamiento con la sonda (Ciclo C), ciclo que le permite perder grasa corporal en otros 10 días más de tratamiento.
Repitiendo en el tiempo los ciclos descritos arriba se pueden conseguir bajadas de peso más significativas, pero siempre es importante seguir las indicaciones de los médicos profesionales del sector.
Reconocido por la literatura científica, la Nutrición Enteral Proteica es la terapia adelgazante más tonificante y rápida, utilizable de todos los que tienen exceso de peso, grande y pequeño. No tiene particulares contraindicaciones, a excepción de los sujetos que padecen de grave insuficiencia renal.
Como paso previo al tratamiento, al paciente se le requiere un análisis de sangre reciente y específico para certificar que puede realizar la «dieta de la sonda» con total seguridad.
¿Qué son los cuerpos cetónicos?
La acetona es una condición que se desarrolla en cualquier organismo que, en ausencia o escasez de azúcar, se encuentre principalmente en la necesidad de tener que utilizar las grasas para producir energía: en esta situación en la sangre se produce el aumento de sustancias particulares, los cuerpos cetónicos, producidos precisamente por la combustión de grasa.
Esta condición ocurre con más frecuencia cuando las reservas de azúcares son reducidas, como en los niños, o más raramente, en los adultos en ciertas condiciones, incluido un régimen sin azúcar.
En el intento de reducir la concentración en la sangre, el cuerpo empieza a eliminar en la orina (más abundante que lo habitual), los ácidos acetoacético y 3-hidroxi-butírico y, a través de los pulmones, la acetona: esta última, en contacto con el aire, emana el olor característico de la fruta madura, causando también la ausencia del estímulo del hambre.
La formación de cuerpos cetónicos adquiere un aspecto muy positivo. De hecho se convierten en la única fuente de energía para el cerebro y le permiten de funcionar bien, incluso cuando la glucosa no está más disponible, por un largo ayuno o por una insuficiente introducción alimenticia, como en el pasado, durante los períodos de carestía.
Además los cuerpos cetónicos permiten que el cuerpo se adapte mejor a esta nueva situación. De hecho, ellos tienen un efecto anoréxico y eufórico. Esto explica por qué en muchos casos quien ayuna no tiene hambre y es optimista.
La EPN causa estas reacciones y utiliza los efectos anorexígenos y de catabolismo de las grasas de depósito que conduce a la pérdida de peso, pero el tratamiento no omite la necesidad de controlar los efectos negativos, a través de un abundante consumo de líquidos, la integración de vitaminas y sales minerales y el control de la función intestinal.
La duración limitada del tratamiento EPN, las pausas alimenticias previstas, el control de asistencia médica cualificada, los estudios y los experimentos realizados en el ámbito universitario, la adopción del método en algunos hospitales, son los otros elementos que permiten considerar la EPN un tratamiento eficaz y seguro.