4 consejos para mantener a raya la celulitis
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¿Qué es la celulitis?
La celulitis es una patología presente en aproximadamente el 90 por ciento de las mujeres.
La celulitis es un problema básicamente estético que, en la mayoría de los casos, no compromete la salud de quien la sufre. Se localiza principalmente en los miembros inferiores: nalgas, muslos, rodillas y tobillos; y también en abdomen y cintura. Rara vez se presenta en los hombres.
Todos tenemos una capa de células grasas o adipocitos a nivel superficial. Ésta capa, además de acumular reservas en forma de grasa, tiene otras funciones como son protegernos de los cambios térmicos y amortiguar ante los golpes recibidos.
¿Por qué se produce la celulitis?
La celulitis se produce cuando los adipocitos aumentan su tamaño, ya sea por un aumento de peso descontrolado o por una excesiva retención de líquidos; o bien porque estos adipocitos cambian su forma a causa de un descolgamiento de la epidermis.
En ambos casos se produce una tirantez del tejido conectivo lo que provoca la celulitis, ese aspecto tan anti-estético también conocido como “piel de naranja”.
Dicho esto hay distintos tipos de celulitis y distintos grados de la misma. En la medicina estética en general y, más concretamente en nuestra clínica, contamos con numerosos tratamientos que mejoran y controlan cada uno de estos tipos de celulitis.
Consejos para mejorar la celulitis
Estos consejos son válidos para todas las circunstancias de nuestro día a día. Pero hoy cobran más importancia, debido a la situación de obligada reclusión en la que nos encontramos.
Ejercicio físico
Lo primero, evitar el sedentarismo absoluto haciendo ejercicio físico. La celulitis de cualquier tipo está muy relacionada con la falta de ejercicio físico.
Al movernos activamos la circulación de retorno. No hacerlo provoca una acumulación de líquidos, que a su vez dificulta más la circulación, con lo que se agrave cada vez más el problema. Por ese motivo es esencial, plantearse y realizar una rutina de ejercicios diaria, según las posibilidades de cada uno y de su forma física.
Alimentación consciente
La alimentación en estas circunstancias es fundamental. Evitar en la medida de lo posible la sal, los alimentos excesivamente azucarados, el alcohol y el tabaco es muy importante.
Es, por tanto, esencial ajustar nuestra alimentación a las nuevas necesidades calóricas que plantea una situación de confinamiento y actividad reducida. Ingerir alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento y tomar la proteína necesaria para conseguir que nuestro tejido conectivo se mantenga fuerte y así evitar la aparición de la flacidez.
En la ducha
Es posible activar la circulación no sólo con el ejercicio físico. Es muy positivo acostumbrarnos a terminar la ducha alternando pasadas de agua fría y caliente, especialmente en las zonas con celulitis, y finalizar con agua fría.
Esto permite hacer una vasoconstricción que redunda en una mejora de la circulación y en una menor retención de líquidos.
Masajes
Y no olvidemos los masajes. Ahora que tenemos más tiempo, ya sea después de la ducha o bien antes de acostarnos, podemos aprovechar para hacernos un masaje drenante al ponernos nuestro bodymilk.
No es necesario que sea una crema anticelulítica específica, pero es mejor si tiene principios como la cafeína, que nos ayuda a acentuar el efecto drenante, y la elastina, que puede ayudarnos para mejorar la flacidez.
Es esencial trabajar con movimientos ascendentes, empezando en el tobillo y subiendo hacia la ingle, ese bombeo ayuda a mejorar la circulación de retorno lo que ayuda a evitar la retención de líquidos.
«Está comprobado que una alimentación baja en azúcares y rica en proteínas mejora muchísimo el aspecto de la celulitis.»
